El proyecto sube por la ladera, asocia las curvas de nivel a los recorridos. El nuevo barrio es reco­rrido por caminos que conectan el casco urbano con el monte Gárate. Sin apenas esfuerzo vamos recorriendo y descubriendo las nuevas viviendas, los huertos, y los miradores desde los que observar el “Ratón”… conforme ascendemos se comienza a confundir lo natural con lo artificial, nos encontramos con el muro de piedra del cementerio y tras él, los caminos rurales se confunden entre viñedos y algún que otro caserío…varios peregrinos hacen el Camino de Santiago, seguimos andando por serpenteantes sendas de barro, sin darnos cuenta hemos llegado al final y disfrutamos de las maravillosas vistas”